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La tormenta tropical Colín se
formó el domingo en el Golfo de México y se encamina velozmente hacia
Florida para azotarla el lunes con lluvias que según los meteorólogos
podrían provocar inundaciones graves en gran parte de la costa
occidental de ese estado.
Una amplia porción de dicha
costa ya estaba bajo advertencia de tormenta tropical cuando el Centro
Nacional de Huracanes anunció que una depresión que se desplazaba con
rapidez ya tenía nombre.
Es el más reciente de una serie
de eventos climatológicos intensos en todo el país, desde calor récord
en el oeste, inundaciones en Texas y tormentas que se espera provoquen
problemas en la capital del país y en la zona central de la costa del
Atlántico.
Colín se desplaza a unos 19
kilómetros por hora (12 millas por hora), y se espera que se acelere aún
más el domingo por la noche.
"Va a golpear a la mayor parte
del estado de alguna forma", dijo el gobernador Rick Scott en una
entrevista telefónica. "Esperamos no tener problemas significativos
aquí, pero sí podríamos tener algo de oleaje, algo de lluvia, tornados y
algunas inundaciones".
Scott postergó una reunión con
el virtual candidato presidencial republicano Donald Trump programada
para el lunes en Nueva York, de forma que pueda permanecer en la capital
del estado con el fin de estar monitoreando el clima.
Probablemente la tormenta Colín
traiga consigo niveles peligrosos de lluvia, y se advirtió a los
habitantes sobre posibles inundaciones y condiciones inadecuadas para
manejar vehículos. Comenzó a llover en el área de Tampa Bay el domingo
justo después del mediodía.
Scott advirtió a los habitantes a
que no sólo presten atención al centro de la tormenta, explicándoles
que la lluvia más intensa caerá hacia el este y el oeste de dicho
centro.
La costa de Georgia y la de
Florida en el Atlántico norte recibieron una advertencia de tormenta
tropical el domingo por la noche. Se estaban distribuyendo bolsas de
arena a los habitantes en St. Petersburg, Tampa y las ciudades aledañas.
Por otra parte, en Texas, las
autoridades de la base militar de Fort Hood identificaron al último de
los nueve soldados que murieron por las inundaciones durante un
ejercicio de entrenamiento. Dijeron que se trata del especialista del
ejército Yingming Sun, de 25 años de edad, de California.
Él y otros ocho soldados,
identificados previamente, murieron cuando una riada arrastró su
vehículo de dos toneladas y media el jueves. Otros tres soldados
sobrevivieron y retomaron sus funciones.
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